miércoles, 18 de enero de 2012

Ilusión del deseo

Desperté con el sabor de tu miel, con el sudor de tu piel, con la caricia de tu pelo, con tu aliento soplando en mi oido, con el eco de tus gemidos, con la sensacion cálida y placentera de estar dentro de ti, con la frescura de tu saliva en mi cuello, con el beso de tus manos y la marca salvaje de tus uñas en mi espalda, en fin amanecí consagrado a ti, contigo como emperatriz de mi corazón, de mi instinto, de mi destino, aunque nunca estuviste a mi lado.

Amor suspendido

Ese fue un día nublado, silencioso, con lloviznas timoratas que por lapsos se asomaban, lloviznas discretas y frias que invitan a la reflexión más que al impulso con un cigarro y un café... no cabía nada más en su mundo que ella y él... ellos que aún no entendían cómo habían llegado a amar tanto y luego a herirse tanto, en especial él no lo entendía.

Su mirada se perdía en esa tenue espuma del café espeso que como bola de cristal le proyectaba el pasado feliz junto a ella y al mismo tiempo cada dolor provocado por la ira que ambos alimentaban a veces, tristemente, más de lo que alimentaban su amor.

No caben arrepentimientos, ni reclamos, ni chantajes, ni lamentos, ni dudas, solo queda espacio a ese amor que aún lo hace amarla y lo hace tener la certeza que ella también lo ama, aunque por unas horas prefieran no saber de ellos, aunque ambos saben que no dejan de pensar en ellos.

Despertar...

No eran ni las 5 de la mañana cuando sin ánimos de despertar queria obligarse a seguir durmiendo, tristemente los recuerdos de las últimas horas no lo dejaban ni vivir en paz, mucho menos dormir... se incorporó aún con el peso del desvelo en los hombros y en las piernas, todavía no asimilaba la idea de haberla perdido, menos la idea de no tener un plan B bajo la manga, para su desconsuelo se daba cuenta que habia invertido tontamente mucho recurso en planes infructuosos y a eso sumarle haberla perdido, fue al baño, se preparó un café y espero esa llamda que nunca mas volvería...

martes, 17 de enero de 2012

Carta a un nuevo matrimonio.


Hoy deseo expresarles mi más sincera felicidad por esta unión que han decidido asumir ante Dios y ante todos nosotros quienes les deseamos todo lo mejor en su vida por venir, también quiero expresarles mi admiración por creer en el amor, gracias por hacerse testimonio que a pesar de todo lo que nos rodea aún se puede creer en el amor, recuerden que este viaje que ambos decidieron emprender juntos es una cuestión de decisión y que se juraron amar, respetarse y apoyarse en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe, un juramento que lo hicieron ante Dios, dicha unión debe ser cultivada solo entre ustedes 2, ya tuvieron esa maravillosa etapa del noviazgo para poder saber a ciencia cierta si ambos querían emprender dicho viaje juntos.
                Deben por lo tanto cada quien asumir su rol dentro de su matrimonio, no permitan ni hagan que nada ni nadie atente contra su felicidad, contra la fidelidad que se deben como pareja, rueguen a Dios cada día para que los bendiga, para que los ayude a aprender a amarse el uno al otro, comuníquense todo lo que tengan que decirse para que su relación crezca y florezca sobre una base sólida de confianza, quien mejor que tu pareja para decirte en qué debes mejorar como persona, si hay algún conflicto entre ustedes, independientemente de la causa de esa discusión, no permitan que el día termine con ese conflicto entre ustedes, por que inevitablemente habrán peleas como las hay en cualquier relación ya sea de amistad o familiar, pero recuérdense en todo momento que se aman, el mejor amigo y la mejor amiga de ustedes debe ser su pareja, aliéntense, apóyense, compréndanse, comuníquense, recuerden que – como dijo José Martí –"El amor es una fiera que necesita cada día alimento nuevo", no dejen de alimentar ese amor, que en lugar de mermarse crezca cada día en su corazón hasta que la muerte los separe.

Que Dios los bendiga y los ilumine, sean pues un testimonio del amor y del poder de Dios en su vida.

Como si fuera a mi hija...

Sé que aún no soy padre y ni siquiera sé si algún día llegaré a serlo, pero si hay a alguien a quien quiero como si lo fuera es a ti, por experiencia propia sé decirte que a la larga el cumplir 15, 18, 25, 30, la edad que sea es solo un hecho simbólico, para mi lo realmente importante es la madurez que una persona posea independientemente de su edad y considero que ya tenés la suficiente madurez para manejar y saber ciertas cosas y me lo has demostrado.

También sé que ser adolescente en la década de los 90 no es lo mismo que ser adolescente en la segunda década del siglo XXI, el entorno histórico y por tanto sus necesidades son distintas, pero hay cosas que son similares y por lo tanto puedo entender algunas situaciones por las cuales has vivido y seguís viviendo, y a esa edad, cuando se tiene toda una vida por delante y un abanico de posibilidades casi infinito por donde conducir tu vida creo que lo más valioso que puedo regalarte es un consejo o varios.

En primer lugar te exijo que seas feliz, nada ni nadie puede velar por tu felicidad, solo tú, que tus principios y tu corazón te digan qué es lo que debes hacer y cómo hacerlo, los "hubiera" no existen y si quieres hacer algo que sabes que no va dañar a alguien más simplemente hacelo, aprende de tus errores, pero más importante que aprender de tus propios errores es aprender de los errores ajenos, te podes evitar más de un dolor y más de una pérdida de tiempo, escucha siempre los consejos de las personas que te amamos, nosotros nunca quisieramos que algo malo te pase, obviamente eso es inevitable pero si alguien que te ama te lo dice al menos escuchalo, tampoco te creas con el poder suficiente de juzgar y condenar a alguien por lo que hace o hizo, nadie es perfecto y todos cometemos errores.

Una de las lecciones que la vida me ha enseñado de una manera no muy amable, si no es que la más importante, es que nadie tiene la obligación de cumplir tus expectativas, ni siquiera tus propios hijos, por lo tanto no esperes nada de nadie, tu felicidad y estabilidad no debe depender de nadie, solo de ti, no le podes dar el poder ni el derecho a nadie sobre tu felicidad, sobre tu estabilidad ni podes depender de nadie, una vez Buda dijo "el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional" en tus manos está si quieres sufrir por algo que te haya dolido, pero solo será una pérdida de tiempo, la vida es mucho mas que aferrarse al pasado y sufrir por él, cada segundo que pasa tu presente se vuelve pasado y el futuro se vuelve presente, no hay tiempo para detenerse en el pasado, el futuro te llega a cada segundo ofreciendote un respiro mas para estar vivo y disfrutar de la vida.

A la larga esto no es mas que una serie de consejos, y como tales los puedes seguir o no, eso esta en tus manos, y honestamente este conocimiento creo que es lo mejor que puedo regalarte, que Dios te bendiga Ale.

jueves, 12 de enero de 2012

Esos ojos

Esos ojos que me observan, que me estudian, que me vigilan, esos ojos que me iluminan, que me confortan, que me reaniman, esos ojos que escudriñan mi mirada, mi sonrisa y hasta mi alma, esos ojos que me seducen, que me inquietan, que deseo verlos cuando nos hacemos uno, esos ojos que anhelo sean mi primer saludo en cada mañana, esos ojos quiero que me acompañen en cada jornada, esos ojos me dejaran ciego cuando ya no vuelva a verlos.

miércoles, 11 de enero de 2012

Deseo

Yo deseo que a quien deseo me desee aunque no me ame, y quien me ame que me desee, desearla con el mismo deseo y amarle con el mismo amor.

martes, 3 de enero de 2012

Te dejo

Eres libre, siempre lo has sido, si has estado conmigo ha sido por que asi lo has querido, si quieres irte solo vete, no laves culpas, no me hagas el responsable, simplemente ve a donde quieras y debas ir, te juro por mi vida, por mi nombre, por mi familia, por lo que siento por ti aunque todo eso ya no te importe, que no te hare dificil el camino, no soy quien para hacerlo, solo una cosa te exijo, se feliz, no aceptes menos de lo que yo te dí, en honor a lo que vivimos juntos si es que alguna vez te importó... se feliz.