No por que Dios no escuche mi plegaría, no por que mi anhelo no se cumpla, ni por que mi destino aún no se cruce con el tuyo, ni por que no te detengas a verme... aún así y sin saber por qué tu nombre aún me eriza, aún tu voz me resulta un canto y entre las luces del mundo no hay más luz que la de tus ojos, hasta el viento parece que se alegra y goza cuando baila por tu pelo, cuando se cuela por tu atuendo y acaricia tu cuerpo y me transporta tu aroma como presumiendome su fortuna, aún siento tu cuerpo cuando recuerdo tu abrazo y eso aún alimenta mi plegaria, mi anhelo y mi deseo de ser el destino de tu mirada.

Vulnerable a tu mirada, lo supe desde que su transparente esencia me sorprendió desde tus ojos, débil al encanto de tu sonrisa, sumiso al mandato de tu encanto, inquieto por conocerte, por respirar tu aroma, por vivir la fortuna de admirar tu transparente esencia, condenado a que mi anhelo por sentir el calor y terciopelo de tu cuerpo, que anhelo por revitalizarme por lo sublime de tus besos sea sólo eso, el anhelo de un condenado.

Mi amada sabe impulsarme por feroces tormentas, cuida que no me hunda y con su mano amorosa me conduce al mejor de los puertos, mi amante sabe de mis debilidades, sabe de mis placeres, sabe regalarme el cielo solo con su susurro, deja que la aprenda de memoria, aprendo de ella sabiendo que mi fin es regalarle el cielo, mi amada hace que una hora dure un segundo, me pinta con su mágia ese cielo con su sonrisa, me edifica, me hace sentir orgulloso por merecerle, me hace mejor persona al retarme cada día con hacerla feliz, esa felicidad que es lo menos que puedo brindarle, mi amante me seduce, me esclaviza su piel, renueva su sabor haciéndome adicto hasta de su mirada, mi amada, mi amante, mi alba, mi ocaso, mi amada la energía que me hace ponerme en pie, mi amante la energía que me mantiene aferrado a la cama, amo esa dualidad que te hace ser y me complementa.

Por tu beso mi latido, por tu piel mi respiro y hasta le mas hondo suspiro, por tu voz mis oidos, por tu alegría mi dicha, por tu amor mis anhelos, por tu caricia cada segundo, por tus ojos mi pradera, en fin por ti mi vida entera y hasta lo que no he vivido.