Cuando uno cree que la belleza que está por encima de cualquier percepción subjetiva (la cual se convierte en belleza absoluta e innegable) no necesita ser más bella por que no tiene nada que demostrarle a nadie... vienes tú y redefines todo. (DQ)

Haces falta en el café, en la crema batida, en la cerveza al final del día, en las cuerdas de mi guitarra, en los mensajes que ya no llegan, en las discusiones sin sentido, en la risa, en mis caricias homicidas suicidadas, en las rosas huérfanas… haces falta en las llamadas, en el espacio vacío de la agenda, en mis ganas de amar, en la ternura dormida, en el fuego que no se apaga, haces falta en los desvelos… sé que algún día pasará y vendrán nuevos motivos para afrontar los días, pero siempre harás falta en ese color que solo tú le pones a los días… y no es que ya no importarás o no serás necesaria, solo se trata de aprender a vivir con tu ausencia. (DQ)

No me culpes si me he enamorado de ti, que tengo la mala costumbre de amar a alguien no por cómo luce, no porque me hace sentir que le gusto, no por lo que tiene… si me he enamorado de ti es por lo que das, por lo que piensas, por quien eres, por lo que siento cuando estoy contigo, por lo que aprendo de ti, por lo que aprendo contigo, porque me haces sentir placeres que van más allá de un efímero placer físico, porque me encanta el aroma de tu esencia cuando tu fuego interno lo evapora por tu piel, me he enamorado de lo que nunca cambia en ti… y si éste sentimiento se me escapa de los labios cuando por sentir más que por pensar te diga que te amo, independientemente de tu reacción puedes tener la certeza que es cierto. (DQ)

Abrázame, cierra los ojos y abrázame, imagina que soy quien en verdad deseas y déjame disfrutar el abrazo de quien deseo, destila por mis poros mi lado oscuro y quédate con lo que quiero darte, mi lado más noble, mi lado perverso, bendice con tu beso mi vulnerabilidad plena y enséñame, por muy fugaz y falaz que sea, todos los rostros de la felicidad y regálame la certeza que valió la pena nacer y sobrevivir durante años para vivir plenamente unos segundos a tu lado. (DQ)

Te extraño en mi mundo cotidiano, en mis despertares, en mis rutinas, en lo que hago sin pensar, en lo que pienso si lo hago, te pienso como un respiro o un latido, precisamente donde habitas... te extraño en lo inusual, en el egoísmo de mis tropiezos y tristezas, pero en especial en la algarabía de mis alegrías, en mis celebraciones en soledad... haces falta... donde muchos creen que se tiene todo es donde más noto tu ausencia, donde muchos creen que no queda nada es en mis latidos, en mis respiros y en mis pensamientos donde puedo rescatar tu presencia.