Solo zarpé

Hoy repartí tu risa, recogí mis sueños, elevé el ancla, extendí las velas, hondee la bandera del amor propio y la honestidad y zarpé del puerto de mis miedos, conservé mi furia, mi llanto, mi alegría, mi dolor, la caricia y el ardor que me forman cada día, devolví la espina y el pétalo, solo me quedó el recuerdo del perfume, resigné mis deseos y desperté al obstinado afán, caminamos por la realidad que es difícil de aceptar antes de zarpar, espero que pronto a la perseverancia se le quite la depresión y con nueva ilusión se atreva a soñar… lejos… bajo otras nubes… otras lunas… otros soles… otras noches…

Me faltan...

Me faltan tus besos, me faltan tus manos repartidas en caricias, me falta tu perfume, me sobra el ansia, me sobra la soledad, me sobra mi compañía cuando me faltas, mis labios tiemblan al recordar tu boca, mis manos definen tu silueta cada vez que de alguna manera vuelves a pesar de tu ausencia, no quiero acostumbrarme de nuevo a tu ausencia que ya soy adicto al espacio que construimos cuando el mundo se vuelve nada y nuestro mundo se vuelve todo.

Qué debo hacer para merecerme y sentir el beso de tu boca, la caricia de tu piel, el aroma de tu pelo y el brillo de tus ojos?

Cuando volveras a enamorarme con la dulzura de tu mirada y el canto de tu risa? Cuando volveré a sentir ese calido abrazo que me hace extrañarte cada vez que me tienes? Cuando volvere a escuchar tu voz? Cuando volveran mis manos a decirte que te quiero cuando se entrelacen con las tuyas?

Aquel que no sepa reconocer la belleza, la dulzura, la ternura y la perfección de Dios en tu mirada y tu sonrisa no merece recibir el brillo de una nueva mañana