Diciéndole “Te odio” con la mirada se levantó y salió de ahí erguida con paso firme, llegó a su casa y con un respiro casi tan hondo como su dolor se derrumbó; lloró al punto de deshidratar su deseo de venganza.  Un “¿por qué?” rebotaba en su cabeza hasta que la respuesta de esa pregunta ya no valía la pena.  Después lo buscó y dándole las gracias por todo, hasta por el dolor, recibió con una sonrisa ese “lo siento” y ese “te extraño” que leyó en su mirada, desde entonces se dedicó a ser feliz.

Mírame, siente en mi lo que provocas, ejecútame como a ese instrumento que dominas desde tu naturaleza de mujer, interpreta esa pieza que tanto me gusta que se desgrane de tus manos, hazme partícipe de ese mundo que dibujas con tu piel, hazme vivirlo, no lo hagas porque te guste, ni porque me ames, hazlo porque si, al menos si valgo para alimentar tu ego, hazlo para sentir el gusto de otro corazón, de otro amor, para vivir otro modo de quererte, porque no es novedad para ti el que yo te desee, pero si será novedad para ti saber lo mucho que te quiero por que no te has animado a disfrutarlo.

Me hablas de heridas... a mí de heridas... si supieras mi historia sabrías de heridas... a este punto cualquier intento de herirme sería inútil, primero porque sé cómo levantarme, segundo porque una más no se notaría, y tercero porque sé que si me hieres será en parte porque te lo permití.

Me has cansado tanto el corazón que me dan ganas de decirte adiós, de todas formas nunca fuimos nada, pero quedan esas horas de buenos y malos tiempos en los cuales no he podido descifrar por qué a mí, por qué tú, por qué nosotros, como si siempre fueras esa respuesta a esa pregunta que aún no llega... pero para qué deprimirme por lo vivido o ansioso por lo que no sé si vendrá... prefiero vivir en paz mi presente sin expectativas.

Si algún día te sientes sola, al punto de no saber con quien conversar y derramar tu agobio, al punto de apagar la tele porque no hay nada bueno, al punto de no saber qué ponerte por que sientes que nada te queda bien, llámame, no te diré lo que quieres oir, y puede que no sea la voz que en realidad quieras escuchar, ni la presencia que realiad busques, pero si seré el que está dispuesto a estar cuando los demás no estén para ti.

Sé que volverás, que no fue vano lo que ambos construimos, sabes que lo que se ha ido construyendo entre tropiezos, distancias, diferencias y alegrías no se destruirá ni aun queriéndolo, pero cuando vuelvas no vengas cargada de tu pasado, ni de lo que te envuelve, sé que no llego a la altura del hombre que quieres para tu futuro, pero ambos sabemos que podemos disfrutar nuestros presentes, deja tu vida con nuestro “Hola” y retómala con nuestro “Adiós”, no pido más que ser ese paréntesis de tu rutina, ese respiro, tu descanso, sabiendo que siempre serás bienvenida en mi presente, sin pasado ni entorno, solo 2 corazones y 2 cuerpos que no piden más que vivir a pausas un sueño compartido.

No puedo ser ni más, ni menos de quien soy por ser como quieres que sea, seré más de quien soy por que no dejaré de crecer, no puedo darte más de lo que me nace darte, no puedo darte más de lo que me amo por mucho que te ame, no puedo negarme para tenerte ni obligarme a algo por complacerte, lo que ves y lo que doy es lo que soy, si quieres entrar hazlo por que por el momento tu tienes la llave, de lo contrario no vuelvas ni para tocar la puerta.

Al contemplar tu ternura hecha mirada, ese pétalo de rosa hecho tu piel, la belleza plena de tu rostro no me queda más que agradecerte por convertir mis latidos en una oración de agradecimiento a Dios por varias cosas, entre ellas el crearte, el hacerme coincidir contigo en éste tiempo y éste espacio, el hacerme sentir que estoy vivo y por tener el gusto de contemplarte por que vale la pena vivir.