Me quiero quitar las ganas contigo, las ganas de vivir, de amar, de besar, de consentir, de luchar con alguien por los dos, de compartir penas y glorias, de despertar con alguien al lado, de hacerte dormir con mis besos y caricias, de hacer el amor, de complacer a una mujer en la cama, de hacerte reir, de llenar tu casa de rosas, de cantarle a alguien, de escribir por alguien, de conocer la felicidad, de superar momentos difíciles con optimismo, de consentirte en especial en aquellos días, de disfrutar en el silencio del susurro de tu respiración, de tapizar una piel con mis besos, si... es contigo con quien quiero quitarme las ganas hacer nuestro el lado amable de la vida.

Déjame ser esas caricias que callas, ese recuerdo que te ruboriza, el pecado que no confiesas, el ansia que te humedece, ese gusto que te das en los insomnios, la causa de tu más profundo y sublime placer, el que te quita las ganas cuando te dan ganas de tener ganas, la causa y efecto de algunos de tus orgasmo, el que te acompaña cuando quieres estar sola, la charla en un café, el calor en una sala de cine, el beso dulce después del postre, en fin, ese hombre que está al otro lado del vidrio que rompes en caso de emergencia.

Cuando me ves me encanta que me abrigues junto con tu sonrisa y ese brillo, me derriten tus manos y el sonido suave de tu voz, tu cabello que desplegado me ensimisma, cada segundo a tu lado me regala realidades más amables, pero por favor, mírame solo una vez por semana, no me veas más de un minuto, no me hables por más de 5 minutos seguidos, no me acaricies con tanta frecuencia; quiero seguir siendo el dueño de algo de mí, de algunos momentos de mi pensamiento, de algunas reacciones de mi cuerpo, de algunos de mis suspiros, de muchos de mis respiros, aún no quiero que me incomode la soledad ni sentirme solo en otras compañías, todavía quiero creer que soy dueño de algo de mí... y es que me conozco... y es que puedes convertirte en mi dueña sin que eso me reduzca y lo confieso, eso me asusta.

Te quiero, y te quiero de muchas maneras, como se le quiere al vecino que siempre brinda una sonrisa, como a la amiga del colegio, cómo a la chica más cotizada de la facultad, como a la prima que se le ve de vez en cuando, pero muy en especial, te quiero como lo que eres, como mujer, me agradas, me gustas más de lo que me agradas, te deseo más de lo que me gustas, y te quiero más de lo que te deseo.

Todavía no me explico qué tanto hay en tu rostro pero tiene una combinación de detalles que me encanta!!! la forma de tus ojos, tu mirada, esa perfección que se adivina en tu piel, esos tus labios que parecen pétalos de flor exótica que reposa en terciopelo, tu cabello... en serio que linda! enamora solo tu carita... Dios te bendiga!! no todo lo que uno ve despierta tanta ternura ni causa tanto gusto admirar como tu rostro.

Si nos dieras un momento no vería al pasado, no tendría tiempo para otra cosa que de disfrutar el presente, tomarías más conciencia de lo fundamental de tu existencia, tendrías la certeza que cada uno de mis latidos llevarían tu nombre, me verías viviendo por alegrarte por que es tu sonrisa la que me da vida, apostarías que si pudiera agitaría al universo para regalarte el brillo de la más hermosa estrella, dimensionarías en su justa dimensión las palabras que te digo por que me encargaría de que sepas todo lo que me haces sentir, verías a la felicidad plena en mi mirada si tan solo nos dieras un momento.

Y al fin, después de tanta lucha interna de pronto lo entendió todo... él es esa pieza que falta para el equilibrio de todo su universo, en fin, todo lo que ella quería, buscaba y esperaba en el cuerpo que menos le gustaba... y eso lo convirtió de poco en un mal necesario.