Tienes la habilidad de hacerme sentir como un extintor en la casa de un piromaniaco y por más argumentos que me des los siento como excusas tiernas al mismo resultado... aún con todo... así como estúpida e inutil es la presencia del extintor en la casa del piromaniaco, te quiero como pocos quieren a pocas. Te quiero ver, te quiero sentir y quisiera que me sintieras con las misma ansia y la misma prestancia que mis sentidos necesitan de ti.

Veámonos hoy, en un nuevo lugar, tengo ganas de quitarme el frio y la soledad entre tu abrazo y tu risa, caminar de tu mano, pensar en lo que a veces no pienso, arreglar nuestro mundo al calor de un café, quiero sentir ese nerviosismo de mi indecisión de besarte, quiero sentirte mía sujetando tus caderas y sentirme tuyo con tus manos en mis hombros, dame el gusto de oír tu risa, déjame escucharte aunque a veces la sinfonía de tu belleza no me deje poner atención a lo que me cuentas, olvidémonos de nuestros mundos, hacerte vivir esos secretos que le cuentas a tu almohada entre susurros y mordiscos… hazme tu caballero, tu esclavo y tu confidente, llévame a un lugar donde solo la soledad nos vigile y muéstrame tu versión más pícara… todo esto te lo pido y te lo ofrezco hoy... no te pido ni te ofrezco un después... pero si todo sale como queremos ya veremos qué sucede después...

Si Dios nos deja una pequeña ventana a su reino, a la felicidad que nos puede brindar, a sus bendiciones, a su reino donde estará lleno de gloria con todos sus hijos, si nos dejara un lugar donde podamos ver lo maravilloso que es sin duda tus ojos son esa ventana.

No sé si lo merezco, no sé si sea digno, y no me importa si tengo un rechazo como respuesta, solo quiero que sepas que doy gracias por haberte encontrado, por haberte conocido, gracias por darme la oportunidad de cada día descubrirte un poco más, es lindo lo que haces sentir con solo contemplarte, tu mirada brillante que me seduce, tu sonrisa sincera que hace que luego mis miedos ahogan en latidos tantos besos en botón, mis dedos que en nombre de los demás poros de mi piel solo alcanzan a imaginarte plena si sienten tus manos, tantos besos, tantas caricias, tantas ganas, tantas angustias calladas cuando tu sol no brilla, cuantas lágrimas que la tristeza te provoca que anhelo convertir en alegrías, cuantos momentos que he deseado ser tu hombro, tu primer opción, tu primer pensamiento, ese número que mueres de ganas por marcar, esa voz que deseas escuchar, ese abrazo que busques para que te proteja, ese alguien que te ayude, esa mano que te levante, ser esos labios que deseas besar, ese hombre que anhelas atraer para que te haga suya… benditos estos sueños que me haces construir… en fin… ni siquiera tengo la certeza que valga la pena que sepas esto, igual, a veces el deseo de decir algo deja a un lado a la soberbia, al orgullo y a veces hasta a la dignidad, en resumen, soy ese hombre que no sabe qué hacer para que sepas que lo único que quiere es que seas su única mujer.

Eres de esas mujeres que me despiertan el deseo de dar todo lo mejor y hacer lo que este a mi alcance para hacerte feliz si me das una oportunidad, ojalá que quien te conquiste te valore y te haga feliz, esa sonrisa merece estar siempre adornando tu carita.

Si supieras en cuantos rostros, en cuantas manos, en cuantas voces y con cuantas palabras vanas he intentado estúpidamente reemplazarte mi amada, y aquí te vuelvo a encontrar tendida, dormida en paz con mi esperanza desangrándose casi a la última gota... Mi amor... Mi primer y más grande amor... En mis ojos no cabía el deseo ni la lujuria cuando los iluminaba tu sonrisa mi vida, solo eras tu quien cabía... Tu en tu más sublime e imperceptible versión, imperceptible para la mayoría... Tus labios rojos, tu dentadura perfecta y blanca como el más fino mármol, tu piel blanca de seda y tu hermosa cabellera azabache brillante que hasta el sol se regocijaba de hacerlo destellar, no hay mujer capaz de reemplazarte mi más amada criatura... Que descanse en paz el amor que arranco de mi corazón a tu lado en la fosa y que te sirva de algo cuando resucites en los brazos donde anhelas vivir para siempre, que por mi parte en este suelo que te cubre te dejo regada con mis últimas lágrimas las últimas semillas del amor que desterraste de tu corazón porque jamás quisiste darles una auténtica oportunidad que dieran fruto, espero en algún momento haberte hecho sentir cuánto te amé.

Entíbiame el alma con un beso que quiero sentirme amado, excita mi cuerpo que quiero sentirme deseado, entibia mis labios que quiero entibiar tu alma con un beso.

Hoy quiero ser la razón de tu cambio de ropa interior y de tus sábanas, el recuerdo que te ruboriza, el motivo por el cual buscas esa blusa que tapa esa pequeñita marca de mis dientes en tus senos, el que provoque esa risa pícara cuando veas el chupón en tu muslo, el culpable de tus bostezos por la mañana, el que desbarató en una noche la hora de esmero en el salón de belleza, quiero ser ese antojo de encontrarnos de nuevo.

Prefiero ser ese hombre que te ama aunque no ames y vengas a mi cuando quieras sentirte amada sinceramente que ser ese hombre que amas sin tener la certeza que en verdad te ama