No es solo por tu piel que mis manos tiemblan, no es solo por el movimiento de tu cadera o por contorno de tus senos que mis ojos te desnudan cuando te distraes, no es solo por tu voz que se me alegra el corazón cuando te escucho, no es por curioso que quiero saber cómo estás, no es solo porque eres mi amiga que te apoyo en lo que emprendes, no es solo porque me caes bien que me dibujas una sonrisa y busco maneras de hacerte reir, no es solo porque me gustas que mi instinto de hombre añora ser dueño de tus orgasmos, no se trata solo de eso porque ambos sabemos que si se tratara solo de eso ya habría muerto esa emoción, en mi caso es un sentimiento que desea que cuando toda esa emoción pase veas que en mí queda eso que me hace querer estar contigo, es simplemente este amor por ti.

No quise ni quiero ser el primero en tu vida, ni tu dueño, ni que tengas ojos para mi, menos ser el dueño de tu corazón, solo pido una oportunidad de luchar por ti y contigo para ser parte de tu vida y dibujar en tu rostro cada día una sonrisa y tener el honor de ser el último hombre que esté a tu lado para vivir contigo los años más felices de nuestras vidas.

En honor a aquella piel que solo soñaste, a aquel nombre que lo sentías tuyo en soledad, a aquellas lágrimas que nacieron de tu dolor de no poseer a quién pertenecías, a aquellas oraciones que nacieron de tu anhelo de vivir eso que nunca se dio, a aquellos orgasmos solitarios paridos por quien en tu imaginación los provocaba, en honor a aquel amor que nació condenado a morir por ser unidireccional, en honor a todo eso hermoso que estuviste dispuesta a dar a quién no estuvo dispuesto a recibirlo y te ahogaba, por favor recíbelo de mí, porque tú no eres igual a quién te dejó ahogarte en ese amor desahuciado.