Yo no quería otra piel, no pedía otros labios, no pedía otra sonrisa, no pensaba en otro cuerpo, en ninguna otra felicidad compartida… lo juro!!... ella era la única, la perfecta, la idónea, yo quería y me acomodaba para que ella fuera todo, para que ella fuera todas, pera que ella fuera una… me desdibujaba para ofrecerle todo lo que ella me iba mostrando que quería, que buscaba y anhelaba… yo quería que ella fuera Ella y la trataba como tal… hasta que me dijo que yo no era Él… aunque le diera lo que Él nunca quiso darle y que ella siempre quiso tener… entonces comprendí que Ella está en otra… y comprendí que yo soy ese Nadie que le ofrece lo que ella busca… siempre fui Nadie… y ella siempre fue Ella. (DQ)

Eres de esas debilidades que fortalecen, de esos milagros que dejan en blanco el pensamiento, me ensimismas, me enamoras, eres como esos lujos que sé que no podré darme, como los gustos que se quedan en anhelos, un sueño inalcanzable, logras que lo divino se vuelva un deseo y se agradece la bendición de poder contemplarte, al menos contemplarte… (DQ)

Claro que conozco tu sonrisa, me la ha dibujado un sueño desde hace mucho, claro que reconozco esa luz en tu mirada y se me hace casi inconfundible el trino de tu risa, la caricia de tu cabello en mi mano, tu perfume, ese calor de tu piel, la sensación en la piel de tu caricia y en especial esa alegría en el alma en cada segundo a tu lado, todo me lo ha revelado ese sueño de mujer a la que nací para amar y hacer feliz y lo escuché susurrarme al oído cuando te vi: “si, es ella… o al menos se le parece…”