lunes, 12 de diciembre de 2016

Cuando tu sonrisa, tu mirada, tu cabello, tu figura y tú voz me flecharon aquella vez que te vi, te convertiste sin saberlo en ese prototipo de mujer que anhelaba para mi vida, sabiendo que no tendría a la original, y sin darme cuenta, y si yo saberlo o consentirlo te fui amando, en ese momento de la vida en que se ama con todo, con más idealismo, pureza, pasión, fidelidad e ingenuidad... tal como ama un adolescente que da sus primeros pasos después de nacer en el mundo de los amores que te marcan... Y hoy saberte aquí, tenerte sin tenerte, tenerte de algún modo, me hace sentir tan vivo! Tan capaz de amar por el gusto de amar sin importar consecuencias... Así de grande has sido, así de grande eres, así de grande serás aunque ya no estés, mi gran amor platónico.