Lo que tú me provocas no tiene nombre…. al menos eso creo…. no sé si es amor y lo niego, no sé si es deseo y me resisto, no sé si solo me hipnotizas por momentos… no sé qué sea y menos qué nombre ponerle…. sólo sé que no puedo evitar que mi cuerpo reaccione a ti… mi cerebro te piensa, te imagina, te proyecta, calcula un futuro deseado a partir de este frustrante presente, mi corazón se agita y bombea sangre a cada rincón de mi cuerpo, provocando una reacción en cadena que eleva mi temperatura, me hace sudar y logra despertar todo en mi… si… todo!!!!…. no sé qué tienes que me robas la calma… no sé si es mucho de golpe y en realidad tenga muchos nombres lo que me provocas o si en realidad solo tiene un nombre y lo desconozco…. o simplemente y llanamente lo que haces conmigo sin siquiera tocarme no tiene nombre.

Me preguntaron cuales eran mis fantasías sexuales más deseadas y mi creatividad sé sintió retada…. un jacuzzi, en una playa, en la ducha, en un parqueo, frente una chimenea, usando vino tinto, chocolate, hielo, entre otras que confesé más atrevidas y locas…. pero guardé para mí el hilo que las une a todas y que les da su razón de hacer travesuras en mi imaginación… el común denominador y dominador de todas ellas eres tú! Tu cuerpo, tus orgasmos, tus gemidos, tus gestos mientras te entregas al placer que yo pueda darte, y es que no importa el lugar, ni la hora, ni el día, lo que me mueve es esa mágica sensación de primero lubricar la senda que me lleve a tu santuario más escondido para luego vivir el éxtasis de entrar en él y recibir de bienvenida el más erizante de tus gemidos…. en definitiva confieso que tus orgasmos son y serán mi más placentera fantasía sexual.