lunes, 14 de junio de 2021

Ella es mi enigma, mi acertijo, el deseo de mi instinto, el sueño de mi espíritu, el cielo y el infierno, el beso que en mi pensamiento me despierta, el cuerpo que por las noches me complace con su placer y me arrulla con besos, susurros y gemidos, es ella quién encierra en sí misma esa dualidad en proporción perfecta que me complementa perfectamente y no deja espacio vacío donde quepan otros nombres. En ella me encuentro cuando me pierdo en ella, logra con su presencia que horas se vuelvan minutos y que su ausencia minutos se vuelvan horas, ella extiende sus alas y comparte sus sueños y yo lucho con ella para que los alcance, luego extiende las mías y mientras me alienta a alcanzar sueños cada vez más altos me pide que me mantenga pegado a tierra. Me pide que le pegue mientras la amo, me monopoliza cuando me pide ser mi dama y mi puta, aunque sea capaz de llevarme al mismo cielo me pide que no me olvide que siempre será una mujer, que mientras más libre se siente más se hace mía sin que se lo pida, pero si le pido que sea mía más libre vuelve a ser. Ella convierte fantasías en realidad y realidades en fantasías, con su voz es capaz de acariciar y lastimar, hace de kilómetros milímetros y sabe cómo modular su voz de manera tan perfecta para alterarme, erizarme, elevarme, calmarme y divertirme en el momento que ella desee… y aunque parezca que me contradigo yo sé que ella me entiende porque ella sabe que yo sé que en cierta medida a ella le pasa lo mismo.

viernes, 11 de junio de 2021

Te veo bañada de lluvia, recorriendo el pueblo con la tenacidad brillando en la mirada y la esperanza colgando en tu sonrisa. Te veo haciendo temblar a tu destino porque sabe que está condenado a ser destruido y vuelto a hacer, pero a tu manera. Te veo bañando de luz y color a almas grises, alejándolas de ese precipicio que les llamaba, dejando al lado la balanza donde pesaban por un lado el miedo a la muerte y por otro el miedo a vivir. Te veo madre con tu mano suave acariciando y sanando heridas a esos retoños verdes que llevan tu savia y darías tu propia vida por verlos crecer como árboles fuertes que dominan al paisaje. Te veo frágil en soledad, lavando con lágrimas tus propias heridas, y fortaleciéndote del ardor que nace cuando aplicas bálsamos de dignidad a las heridas más profundas. Te veo mujer apagando el ardor que nace de tu raíz, entregada y dejándote llevar por tu instinto, viviendo esa esencia de la divinidad femenina, enseñándome que a una mujer de verdad se le ama y se le brinda placer desde el alma al cuerpo. Te veo viviendo a veces el frío de la soledad con la plena conciencia que la miel no se hizo para el hocico del asno… y la vida te ha enseñado a reconocer al asno desde el primer rebuzno.

miércoles, 9 de junio de 2021

No sé ni cómo ni desde cuándo con tu calidez y candor fuiste desprendiendo iceberg a iceberg el polo que, entre caídas y miedos, el tiempo y yo, forjamos entorno a mi corazón, solo sé que basta con tu presencia para que hoy me vayas colonizando, casi casi a tu sabor y antojo. Haz logrado, supongo que sin proponértelo, reorientar mis sentimientos… de mi miedo a ser herido a mi miedo a perderte, de mi ansiedad de la soledad, a la ansiedad de saber de ti… no sé si sea mi intensidad que me esta llevando a ese lugar que creía sin retorno la que me hace extrañarte, y es que ya mis horas sin ti son incompletas, eres el color que faltaba en el lienzo, el timbre que armoniza mis melodías, el compás que da mejor sincronía. De hoy a mañana no sé qué será de ti y de mí, no sé si con lo que encuentres alcance para que me dejes beber a sorbos la felicidad con sabor al primer café de la mañana, ni sé si lo que soy sea un anzuelo lo suficientemente tentador para que te provoque seguir yendo cada vez más adentro de mis mares, espero que mi flauta tenga la suficiente dulzura en su melodía para que gustosa busques mi compañía… la verdad no lo sé… solo sé que ésta vez quiero ir paso a paso haciendo camino caminando contigo, disfrutando del viaje hasta que la vida me de vida.

lunes, 7 de junio de 2021

Sé que suelo ser muy parco para expresarte lo que siento, pero que eso no te de la falsa sensación que el sentimiento no existe, él ahí está vigente a pesar de nuestra distancia de mi lado involuntaria, a pesar del silencio de nuestras trincheras, a pesar que nuestras conversaciones dispersas… y hoy he venido aquí contigo ondeando la bandera de éste sentimiento que no necesita de que estés para que exista, solo necesita de que existas para existir para solicitarte desde mi soledad tu compañía, quiero que al menos hoy te tiñas del mismo color de la bandera y me acompañes por unas horas, horas que ni yo sé si llegarán a darle sentido a toda mi existencia, pero seguro te darán la certeza que conseguirás la insignia de haberme hecho feliz. Algún día en un abrazo te haré llegar, entre mi amor y deseo, la compasión que me despierta el saber que la luz que emanas, que ningún espejo es capaz de mostrarte, iluminas con tus virtudes que tímidas apenas se asoman detrás de tu figura y ellas mismas te incapacitan de poder verlas y te privan de tener la conciencia de que es esa belleza que irradias la que le roba sonrisas a mi alma y te haré llegar, entre mis miedos, mi nula disposición a odiarme por perderte. (DQ)