Deja que mis manos remplacen a las tuyas, quiero sentir en el calor de tu piel a esa mujer que escondes, que me callas, dale el mando de tus actos a la sensualidad que transpiras... déjame explorarte como un puberto cuando se pierde en su naturaleza ante un cuerpo de mujer, siente cómo el mirarte me altera, sedúceme con un solo movimiento de cadera, invítame a disfrutarte, a descubrir los límites de mi esencia de macho desde tu cuerpo, hazme sentir como quema tu pasión mi virilidad desde lo más profundo de tus humedades, quiero disfrutar y desahogar esa faceta de hembra que descubrí en tus ojos y te mantiene en mi mente, quiero ver el aleteo de esa mariposa cuando tu lujuria desborda el manantial de tu deliciosa miel fresca de tierra prometida y fecunda, disfruta conmigo lo sublime de tu plenitud de mujer.

Gloria de cobre, de azabache torrente que traducido en tu pelo se posa en tan hermosa pradera, paisaje delicado y glamoroso que se apodera de mis labios en una urgencia de ser como alas de sempiterna mariposa que aletea por tu paraje, dejando tras de sí huellas fugaces que acaricien en besos desde la corona hasta ser un súbdito de tu cadera… mis dedos quieren dibujar un ancho caudal para recorrer como ríos que irriguen tu cintura para desembocarse en un caluroso reencuentro sobre tu ombligo… hermosa tierra prometida… encuentro en tu hombro una sutil invitación en su destello a entregarme en fidelidad y complicidad mi amor, mi fuego y mi hambre, susurraré como mi favorito canto tu nombre entre el silencioso torrente de tu cascada azabache para que solo adivines en mi tono, mi aliento y el temblor de mi voz que eres el mejor altar para agradecerle a Dios cada segundo que me da de vida para disfrutarlos contigo.

Hay mucho de tu naturaleza que hace responder y reaccionar a la mía sin que tú quieras hacerlo, te veo a los ojos, veo tu cabello, me detengo en tu sonrisa, en la elegancia del movimiento de tus manos, tus hombros, el relieve de tus senos sobre tu ropa, tu cintura, la curva de tu cadera, esa V que se forma en tu pantalón en tu entrepierna, la caligrafía perfecta del trazo suave de esa S estilizada que dibuja tu columna, la firmeza de tus nalgas, esa perfecta forma cónica de tus muslos, tus pantorrillas… por más que exploro cada milímetro de tu cuerpo con mis ojos no encuentro ese detalle que me haga cambiar de opinión, por el contrario, cada detalle de ti provoca la misma reacción como una constante… con mayor o menor intensidad, pero siempre la misma respuesta involuntaria de mi cuerpo ante todo lo que te forma y hace que seas tú… yo sé que no es tu culpa, que no es que quieras provocarlo, pero mi naturaleza no puede evitarlo… me enamoras desde el deseo al anhelo de pasar el resto de mi vida contigo.

Si te digo que te amo para siempre sería mentiría, pero en éste momento te amo como si fuera para siempre, tu sabes, en este momento eres de esos amores intensos y enormes que se consumen solo con admirarte, eres de esos amores que se convierten en una vida en tan solo un día, de los que se arreglan en la intimidad de nuestra soledad, esos amores que se escriben en la piel, de esos ardores que se consumen el alma, de esos pecados que tienen sabor a gustitos que no se confiesan... no sé si tanto amor me hace desearte o si tanto deseo me hace amarte... pero eres de esas mujeres que de tanto deseo no me inspira aquel sexo arrebatado y vacío que solo sirve para llenar las ganas, eres de esas damas que uno anhela hacerles el amor para llenar sus soledades, para ser su lindo recuerdo y tal vez, por qué no? un "quizás también mañana"

Estas aquí, colada entre mis ganas, entre mis soledades, entre mis besos perdidos, en mis caricias sin mañana, estas en mi deseo, en las ganas de mi piel, en mi excitación, queriendo que al menos una vez me otorgues el honor de ser para mí, que seas mi dama, mi mujer, mi señora, mi gatita, mi nena, mi perra, mi zorra, mi puta, mi amor, mi vida, mi consuelo, mi niña, mi ternura... que seas lo que tanto anhelo y que seas conmigo lo que anhelas ser, lo que te gusta ser, lo que reprimes ser, que seas solo para mí aunque nadie llegue a saberlo.

No me importa lo que pienses, lo que sientas, ni lo que hagas, ni lo que digas... muero por hacerte mía! Por sentirme único en tu deseo! Quiero ver cómo mis embestidas dentro de ti se traducen en placer... esos momentos que recuerdas por siempre precisamente cuando te olvidas de todo, cuando solo la pasión y el deseo se apoderan de ti y pides más sin siquiera saberlo o notarlo... quiero devorarte sin dejar memorias de otros hombres en tu cuerpo, te deseo tanto, te deseo mía, mi mujer, el desenfreno a mi locura, la expresión suprema de la satisfacción de mi sexualidad.

Hay miradas de mujer con sabor a niña traviesa, que juega, se divierte y disfruta el gozo de estar vivo... no solo eso... contagian ese gozo; hay labios de mujer con destellos de dama, con cantos de sabia, con firmeza de señora y con susurros de hembra... labios que iluminan y pierden; que devuelven la cordura y pierden la razón, labios que hieren, sanan, destrozan, edifican, dan sed y hambre, nutren, hidratan, alimentan, acarician, exaltan, calman, claman, piden y dan... todo en tus labios... todos tus labios... hay senos de mujer que heredan y son el preludio de herederos, que dominan, que adormecen y despiertan alter egos, que estimulan y hacen vivir... hay caderas de mujer que crean, otorgan y reactivan vidas... caderas de manantiales que dan más sed, que crean incendios que ellas mismas apagan al abrigo de sus piernas... hay de mujeres a mujeres... mujeres que pierden y encuentran... y tú eres de esas mujeres donde encuentro todo donde quiero perderme.

Eres un perfecto estimulante para mi deseo, tu mirada que invita a cortejarte, la picardía de tu sonrisa logra que no se tengan ganas por otros labios que no sean los tuyos... ganas por todos tus labios... y la imponente majestuosidad de tus senos me hace anhelar sentirlos excitados por la caricia de mis manos, de mi lengua y mi boca consintiendo con toda mi ternura tus pezones hasta que llegues a la desembocadura de mi más básica lujuria.

Si se vale creer en utopías, en imposibles, creer en amores platónicos, en sueños inalcanzables, quiero creer que algún día me perderé en tu mirada llena de deseo, mis dedos en tu pelo, mis labios en tu boca, mi cordura en tus gemidos, mi semilla en tu vientre, que ahogas mi pasión en tu torrente más cálido… quiero creer que algún día desearás ser mía con el mismo ardor que hoy deseo ser tuyo, quiero creer que me arrancarás del sueño cuando me devores como desayuno, que escucharé en susurro un “Te Amo” de tus labios y lo confirmarás con un beso, quiero soñar que soy el motivo de tu lujuria, tu primer pensamiento entre tus ganas, que tus gritos serán nuestro himno y tus orgasmos el máximo homenaje a mi razón de estar vivo… quiero ser el hombre cuyo nombre te hace perder la calma y al mismo tiempo el que te la devuelva cuando perfumes mi piel con tu sudor y sabor de mujer. (DQ)

Cada uno de mis latidos se diluyen en tu mirada buscando una respuesta… pero se tropiezan con más preguntas… tu imagen besa a mi imaginación que se estimula, me preguntó cuál será el sabor de tu piel en cada área de tu cuerpo, qué sazón tendrá tu pasión en tus labios, qué dices cuando haces el amor, qué marcas dejarás en mi cuerpo, qué se siente saciar mi hambre de ti prendido de tus senos, cómo se escuchará cada gemido, cuánto quema tu mirada excitada, que brillo toma tu cuerpo sudado, cómo se verán tus senos y tus ojos desde tu entrepierna… y es que si… te deseo, te deseo desde mis latidos, desde mi pensamiento, desde que me haces sentir tu pasión en el entramado de tus palabras, desde que mis manos quieren darte lo que falta en tus soledades, te deseo… para que seas la última, la única desde ese imaginario primer beso hasta el inevitable último latido, te deseo para soñar despierto, para no dormir y despertar a tu lado.

(DQ)

A veces adivino en tu mirada misterios que nadie adivina en la mía, momentos en que advierto cicatrices parecidas cuando escucho lo que pienso en la sabiduría de tu voz, y es inevitable la sensación de desnudez en mi alma cuando voy leyendo tus palabras en sintonía con mi pasado… no sé… a veces uno ve el pasado de uno mismo en la experiencia de otras miradas… sin embargo entre esas heridas y soledades aún brilla en tu sonrisa esa niña que enamora con su risa, esa infancia que no muere, esa ingenuidad e inocencia que nos devuelve la fe al rebelde acto de seguir viviendo… esa niña no la pierdas a pesar de tu sabiduría y de tus batallas, esa niña que aún sigue en tu mirada me hace recordar que sigo vivo. (DQ)

Contemplaré de tu mirada el brillo, tomaré su picardía y perfumaré mi complicidad con ella, cosecharé con mis manos los destellos de tu cabello y dejaré a la deriva de tus besos en tus labios la pesada carga de mis soledades, la picardía en mi mirada acariciará con ternura, pasión y encanto lo inquietante de tu escote y le marcará el camino a mis labios para llegar a ellos, haciendo que se muerdan de la envidia de no poder besarlos y disfrutarlos esperando que tu placer rebase la medida del mío, te abrazaré esperando que el color y el aroma de tu piel se fundan con la mía con el pueril anhelo que hasta tú te reconozcas en mí con solo mirarme. (DQ)