Quién fuera tu Quijote, si eres la más bella Dulcinea, quién no iría en pos de ti enfrentándose a gigantes aunque de escudero no tuviera más que el viendo que despeina tu seda, quién aún sin Rocinante partiría sin armadura con la espada en la cintura envestido con el poderío que llena de valentía la promesa de besar el fuego de tu cuerpo algún día.

Cuántas ganas...

Cuántas ganas de quitarme las ganas contigo, cuántos miedos lanzan bombas lacrimógenas a la turba enardecida de mis hormonas, cuantos pelotones de prejuicios reducen al orden a mi instinto amotinado, cuanta sesión de ilusión en privado silencio me devuelven la razón después de verte, después de oírte, después de presentir que te siento, después de que el presentimiento de que nunca he de sentirte hace que te sienta solo en mi sentimiento.

Invensible

Déjame olvidarme de todo colgado de tu cintura, cerrar los ojos y disfrutarte con mis otros sentidos atentos, hazme sentir que soy invensible cuando estoy vulnerable entre tus brazos, quiero darte en un beso suave en el cuello mi alma, mi vida, mi tiempo, mi voluntad, la certeza que soy tuyo y que no quiero estar en otro lugar que no sea en ti, quiero que tu perfume se vuelva mi transpiración, que se vea tu nombre como estandarte en mi piel para que todos sepan que en mi estas tú, que soy de ti, que eres mi oasis, mi refugio, mi confesor, mi SPA, mi placer, mi pasión, mi deber, mi misión.

32 años...

32 años... nada fácil en nuestra Guatemala, nada dificil cuando se cuenta con la bendicion de familia y amigos, amigos que se vuelven hermanos, hermanos que se vuelven reflejo de lo que admiramos y a veces de hasta lo que odiamos en nosotros, 32 años en lo que he aprendido viviendo y en los que he vivido aprendiendo, 32 primaveras, 32 veranos, 32 otoños, 32 inviernos, 32 ciclos donde he visto verdes praderas, he sudado agotado bajo un sol implacable, he visto en letargo a algunos y he sentido un frío intenso, todo con el fin inmenso de trasender, de ayudar, de sentir, de vivir, de morir, de aprender del dolor propio y ajeno siempre teniendo de argumento no darme por vencido aún perdido y jamás retroceder, gracias a todos que han dejado desde un consejo hasta una mirada y en especial en aquellos que han dejado y siguen dejando una huella en cada segundo vivido.

Lo que diera...

Lo que diera por tu beso, por tu abrazo, tu mirada, tu sonrisa, por ser parte de esa brisa que acaricia tu pensamiento, por ser en todo momento quien te arrebate de tu prisa, Lo que diera por tu cuerpo, por saciar tu deseo y sentirme tu dueño cuando tu vientre me reclama, lo que diera por grabar a fuego mi nombre en cada latido, en cada respiro, en cada sueño que con pasión te alienta... lo que diera por ser quien amas y que dejes que te ame sin que duela, sin que arda ni rasgue tu afilado nombre que se adueña de mi sangre.

Que puedo hacer para capturar tu imagen? seria mas que una imagen que te captura, seria un instante en el que Dios y la ternura conversan con tu alma; tu sonrisa llena de calma y tu mirada llena de dulzura capturaron en un instante a luz de Dios, la de tu alma y a la ternura.

Regocijo de Dios traducido en terciopelo anhelado donde hasta el mas exhausto corazón encuentra otra razón para estar enamorado, para pedir otro latido al lado de cada respiro que le acompañe en su deseo de sentirse acariciado, preso y abrigado y por la bendición de arrancar un suspiro a tu pecho agitado.

Repite el eco de tu voz desde donde ya no se escucha ni el más secreto pensamiento, recuérdame con ese susurro quien eres y qué te trajo a donde estoy, mírame a los ojos y pregúntate si soy lo que buscas o si solo soy una transición hacia tu ausencia, calma mientras puedas nuestra sed y dame de beber de tu experiencia, que aún sin ser sabia eleva a mi cautela, vete como ese grito que despierta y fortalece y vuelve desde ese susurro que aconseja, solo ten siempre pendiente que hay una fuerza que nos une y aunque aún así no lo querramos volveremos a escucharnos desde esa mirada desafiante que desarma hasta esa caricia que sana nuestra ausencia, repítelo como esa verdad que martilla tu conciencia y vete con mi recuerdo ceñido en tu cabeza.

Plantéame

Plantéame un acertijo con un guiño y déjame entre abierta su persiana, suéltame con el viento de tu pestaña una pista que me consuma el tiempo, que atrape mi pensamiento y perturbe mi calma.

Plantéame un reto con tu sonrisa y empuja en caída libre a mi imaginación, estimula a mi intuición y reta a mi creatividad para alcanzar la divinidad, la gloria y el edén que habita en tu beso como una sucursal.

Plantéame en tu cadera con un movimiento a que busque mi alimento, mi remanso, mi cobija, que seas esa brisa, mi oasis, mi rocío, ese río que me riega, que da vida, que reanima desde el día que agoniza hasta una nueva mañana.

Que hermosa ventana donde tu alma se asoma, que bello marco, que linda cortina, que luz tan radiante que de ella se proyecta, que fascinante brillo el que me embelesa, que perfecta se presenta y que bello sentimiento me despierta tu mirada.

Ajena

A lo que provocas , al anhelo, al sueño, al deseo, a ese despertar que me diste, al contacto, a mi caricia abortada, a mi beso desterrado, a mi abrazo censurado, a mi soledad, al poema que inspiras, al pensamiento que te posee, al corazón que alimentas, a la sonrisa que dibujas, al paso que no doy, a mi compañía cuando te sientes sola, al compromiso de asumirte, a mi ánimo de aceptarte sin preguntas, a correr el riesgo de ser feliz haciéndote feliz… totalmente ajena… pesa que seas ajena a lo bello que provocas.

Quiero comerme tus labios a fuerza de besos y luego deleitarme en tu cuerpo mientras florecen de nuevo.

Tu imagen.

Tus ojos tienen ese algo que creo que es ese todo que mi alma necesita para enamorarse y vivir de la luz de tu mirada, tus labios que besan con el corazón siempre fue el marcapasos que me hizo sentir tan vivo, tan tuyo, tan solo sin ellos, es esa imagen que me promete tu mirada y tus labios que me recuerda que la felicidad plena, aunque efímera, existe.