martes, 11 de junio de 2024

No sé en qué haya fallado la teología, o será que mi caso es sui géneris, con decir que hasta temo ser excomulgado, pero confieso y no con culpa que en ti se encarna el pecado que le pido a Dios cometer… el pecado de hacer vivir en tu carne el milagro de uno o más orgasmos que lleven mi nombre… qué injusto y paradójico que el nacimiento de un milagro sea un pecado… y al final de mi tiempo, cuando el viento de la muerte extinga la débil llama de mi existencia preferiría pedir perdón por el pecado cometido, aunque no sienta culpa, que quedarme con la culpa de haberlo callado y pecar de omisión. DQ